viernes, 15 de septiembre de 2017

Cristo aprendió, sufriendo, a obedecer.

Ecce Homo - Juan de Juanes

Cristo, en los días de su vida mortal,
a gritos y con lágrimas,
presentó oraciones y súplicas
al que podía salvarlo de la muerte,
cuando en su angustia fue escuchado.

Él, a pesar de ser Hijo,
aprendió, sufriendo, a obedecer.

Y, llevado a la consumación,
se ha convertido para todos los que le obedecen
en autor de salvación eterna. 

Lectura de la carta a los Hebreos (5,7-9)

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