sábado, 25 de marzo de 2017

Prefacio de la Solemnidad de la Anunciación del Señor


En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.

Porque la Virgen María recibió con fe el anuncio del ángel
de que el Verbo iba a hacerse hombre por obra del Espíritu Santo,
para salvar a los hombres.
Ella lo llevó con amor de madre en sus purísimas entrañas.
Así se cumplieron las promesas hechas al pueblo de Israel,
y se vio ampliamente colmada la esperanza de la humanidad.

Por él, los coros celestiales celebran tu gloria
unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces,
cantando humildemente tu alabanza:

Santo, Santo, Santo
es el Señor, dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

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