miércoles, 15 de abril de 2015

Prefacio 3 de Pascua

Berruguete - Cristo entre los dos ladrones

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en este tiempo
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.

Él sigue ofreciéndose por nosotros
e intercede constantemente en nuestro favor;
inmolado ya no muere más,
muerto vive para siempre.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual,
el mundo entero está llamado a la alegría
junto con los ángeles y los arcángeles
que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo
es el Señor, Dios del universo. 
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo. 
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

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