domingo, 8 de marzo de 2015

Por la verdadera sabiduría espiritual


Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para lo judíos, necedad para los gentiles; pero, para los llamados –judíos o griegos–, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

Este texto del comienzo de la Primera Carta a los Corintos, que nos propone la liturgia de este tercer domingo de Cuaresma en la segunda lectura, nos invita a orar, los unos por los otros, para que el Señor nos conceda la sabiduría espiritual para contemplar el paradójico misterio de la Pasión y Cruz de nuestro Señor Jesucristo como fuente de nuestra salvación.

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