lunes, 9 de marzo de 2015

Liturgia mozárabe. Oración entre los Dípticos del Domingo 3 de Cuaresma


Dios, luz eterna del entendimiento humano,
ilumina a los que estamos en tinieblas
por el pecado de nuestros progenitores:
restaure la gracia otorgada lo que perdió la naturaleza viciada; 
y así los que en algún tiempo hemos sido tinieblas en nosotros mismos,
podamos en ti quedar iluminados para siempre.

Ninguna niebla pecaminosa nos domine en adelante,
ninguna noche de iniquidad pueda nacer en nosotros
cuando tú nos iluminas constantemente con tu luz.
Seas para tus siervos día perpetuo,
que nos permita andar sin peligro de incurrir en el error,
y adelantar por el buen camino,
corriendo sin fatiga por el camino de tu Ungido,
siguiendo las huellas del Salvador,
como el ciego de nacimiento.

Ésta es ciertamente la víctima de salvación,
ésta la ofrenda del sacrificio único:
adorar a tu Unigénito, nacido verdaderamente en un cuerpo como el nuestro,
y, despreciando la sinagoga de los tergiversadores,
reconocerte exaltado entre las gentes.
R/. Amén.

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