jueves, 31 de diciembre de 2015

Feliz año 2016

Queridos hermanos:

Os deseo la gracia y la paz de parte de Dios nuestro Padre, el amor de nuestro Señor Jesucristo y la comunión del Espíritu Santo, en el comienzo del nuevo año 2016. 

Desgraciadamente, mi ordenador ha dejado de funcionar. Después de casi una década a mi servicio, esta fiel máquina ha llegado al final de su camino. Esto me obliga a interrumpir la elaboración de este Blog, hasta que encuentre una solución a este problema. Que el Señor os bendiga, Un abrazo a todos los seguidores de este Blog.


miércoles, 30 de diciembre de 2015

Prefacio del apóstol Santiago


En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias siempre en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso, Pastor eterno.

Porque Santiago, testigo predilecto,
anunció el Reino que viene por la muerte y resurrección de tu Hijo,
y, el primero entre los apóstoles, bebió el cáliz del Señor.

Con su guía y patrocinio
se conserva la fe en España y en los pueblos hermanos
y se dilata por toda la tierra,
mientras tu Apóstol alienta a los que peregrinan
para que lleguen finalmente a ti, por Cristo, Señor nuestro.

Por eso, Señor,
con todos los ángeles
te alabamos ahora y por siempre,
diciendo con humilde fe:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

sábado, 26 de diciembre de 2015

Por los cristianos perseguidos


Por todos los cristianos que, como san Esteban, han dado su vida en testimonio de la Verdad, Cristo nuestro Señor. Por cuantos sufren la persecución en Oriente Medio, el mismo lugar en el que nació el cristianismo. Por todas las familias cristianas que han tenido que abandonar sus hogares en Siria y en Irak a causa del fundamentalismo musulmán. Para que, a ejemplo de san Esteban, no falte el amor y el perdón en sus corazones hacia quienes injustamente los asesinan.

Mártir san Esteban
ruega por nosotros

viernes, 25 de diciembre de 2015

Prefacio 1 de Navidad


En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno:

Porque gracias al misterio de la Palabra hecha carne,
la luz de tu gloria brilló ante nuestros ojos con nuevo resplandor,
para que, conociendo a Dios visiblemente
lleguemos al amor de lo invisible.

Por eso con los ángeles y los arcángeles
y con todos los coros celestiales,
cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Por las familias


Oremos por todos los miembros de nuestras familias, que hoy se reunirán para celebrar el Misterio del Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Oremos por todos los que se encontrarán solos en esta Noche Santa, por los ancianos que han perdido a sus seres queridos y recuerdan en la soledad la alegría de los tiempos pasados.

Oremos por las familias que, como José y María, han tenido que marchar lejos de su tierra, a causa de la violencia, la guerra o la pobreza. Por aquellos que carecerán esta Noche Santa de techo o de alimento.

Kyrie eleison
Christe eleison
Kyrie eleison

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Para prepararnos a la Navidad


Dios todopoderoso y eterno,
al acercarnos a las fiestas de la Navidad,
te pedimos que tu Hijo Jesucristo,
que se ha hecho carne en las entrañas de la Virgen María
y ha querido habitar entre nosotros,
nos haga partícipes
de la abundancia de su misericordia.
Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

martes, 22 de diciembre de 2015

Magnificat


Proclama mi alma la grandeza del Señor,
y se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador;
porque ha puesto sus ojos en la humildad de su esclava,
y por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:
su nombre es Santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hizo proezas con su brazo:
dispersó a los soberbios de corazón,
derribó del trono a los poderosos
y enalteció a los humildes,
a los hambrientos los colmó de bienes
y a los ricos los despidió vacíos.
Auxilió a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham
y su descendencia por siempre.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Prefacio 4 de Adviento


En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
alabarte, bendecirte y glorificarte
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por el misterio de la Virgen Madre.

Del antiguo adversario nos vino la ruina,
pero en el seno virginal de la hija de Sión recibió la vida
aquél que nos nutre con el pan de los ángeles,
y surgieron para todo el género humano
la salvación y la paz.

La gracia que perdimos por Eva nos fue devuelta en María;
su maternidad redimida del pecado y de la muerte,
se abre al don de una vida nueva.
para que, donde abundó el pecado sobreabundara tu misericordia
por Cristo, nuestro Salvador.

Por eso nosotros, mientras esperamos la venida de Cristo,
unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Lectio Divina. De ti, Belén, saldrá el jefe de Israel


Así dice el Señor:
«Pero tu, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá,
de ti saldrá el jefe de Israel.
Su origen es desde lo antiguo,
de tiempo inmemorial.
Los entrega hasta el tiempo en que la madre dé a luz,
y el resto de sus hermanos retornará a los hijos de Israel.
En pie, pastorea con la fuerza del Señor,
por el nombre glorioso del Señor, su Dios.
Habitarán tranquilos, 
porque se mostrará grande hasta los confines de la tierra,
 y éste será nuestra paz.»

Lectura de la profecía de Miqueas (5,1-4)

sábado, 19 de diciembre de 2015

Illatio. Misa mozárabe de la Navidad


A Ti, Señor Cristo Jesús, a Ti,
Dios que salvas en plenitud a los hombres
y Hombre singularmente poderoso en Dios,
te invocamos, alabamos y rogamos
que te hagas presente, nos perdones, compadezcas y absuelvas;
que suscites en nuestros labios
palabras que escuches,
y concedas a nuestra actividad realizaciones que bendigas.

No pedimos que se repita entre nosotros tu nacimiento corporal
tal como aconteció antiguamente en este día;
sino pedimos que se entrañe en nosotros tu invisible Divinidad.

Que lo que entonces fue concedido según la carne,
aunque individualmente, a María,
se conceda ahora espiritualmente a la Iglesia:
que una fe íntegra te conciba, te alumbre el espíritu libre de corrupción
y te lleve dentro el alma fecundada por la fuerza del Altísimo.

No te alejes de nosotros, sino procede de nosotros.
Sé realmente nuestro "Emmanuel", Dios-con-nosotros.
Dígnate permanecer y luchar por nosotros,
pues combatiendo Tú venceremos nosotros.

Líbranos, te rogamos, de los inmundos harapos del pecado
Tú, que a causa de esos pecados nuestros,
toleraste ser fajado con la suciedad de los pañales.
Que tu leche nutra a los pequeñuelos de tu Iglesia.
Que el delicado manjar de niños alimente de tal modo a los débiles
que las fuerzas se hagan más y más vigorosas día a día
para saborear un alimento más fuerte y sólido.

Y de tal modo sepamos mantener
la voluntad pura y la fe firmísima,
que siempre nos esforcemos por alcanzar, con tu auxilio,
la vida perfecta.

viernes, 18 de diciembre de 2015

Lectio Divina. Suscitaré a David un vástago legítimo

Lorenzo Monaco - Navidad

«Mirad que llegan días –oráculo del Señor– 
en que suscitaré a David un vástago legítimo: 
reinará como rey prudente, 
hará justicia y derecho en la tierra. 
En sus días se salvará Judá, 
Israel habitará seguro. 
Y lo llamarán con este nombre: 
"El-Señor-nuestra-justicia". 
Por eso, mirad que llegan días –oráculo del Señor– 
en que no se dirá: 
"Vive el Señor, que sacó a los israelitas de Egipto", 
sino que se dirá: 
"Vive el Señor, 
que sacó a la raza de Israel del país del Norte y de los países adonde los expulsó, 
y los trajo para que habitaran en sus campos".»

Lectura del libro de Jeremías (23,5-8)

jueves, 17 de diciembre de 2015

Prefacio 2 de Adviento


En verdad es justo darte gracias,
es nuestro deber cantar en tu honor
himnos de bendición y de alabanza,
Padre todopoderoso,
principio y fin de todo lo creado.

Tú has querido ocultarnos el día y la hora en que Cristo, tu Hijo,
Señor y Juez de la Historia,
aparecerá sobre las nubes del cielo revestido de poder y de gloria.
En aquel día, tremendo y glorioso al mismo tiempo,
pasará la figura de este mundo
y nacerán los cielos nuevos y la tierra nueva.

El Señor se manifestará entonces lleno de gloria,
el mismo que viene ahora a nuestro encuentro
en cada hombre y en cada acontecimiento,
para que lo recibamos en la fe
y para que demos testimonio por el amor,
de la espera dichosa de su reino.

Por eso, mientras aguardamos su última venida,
unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

martes, 15 de diciembre de 2015

Por Andrés


Oremos por Andrés, que hoy será sometido a una delicada operación quirúrgica. Para que el Señor lo proteja y lo guarde de todo mal.

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad

lunes, 14 de diciembre de 2015

Llama de Amor viva


¡Oh llama de amor viva
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva
acaba ya si quieres,
¡rompe la tela de este dulce encuentro!

   ¡Oh cauterio süave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado
que a vida eterna sabe
y toda deuda paga!
Matando, muerte en vida has trocado.

   ¡Oh lámparas de fuego
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con estraños primores
color y luz dan junto a su querido!

   ¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno
donde secretamente solo moras,
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno,
cuán delicadamente me enamoras!

domingo, 13 de diciembre de 2015

Lectio Divina. Regocíjate, hija de Sión


Regocíjate, hija de Sión,
grita de júbilo, Israel;
alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén.
El Señor ha cancelado tu condena,
ha expulsado a tus enemigos.
El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás.
Aquel día dirán a Jerusalén: «No temas, Sión, no desfallezcan tus manos.
El Señor, tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva.
Él se goza y se complace en ti, te ama
y se alegra con júbilo como en día de fiesta.»

Lectura de la profecía de Sofonías (3,14-18a)

sábado, 12 de diciembre de 2015

San Juan Pablo II. Canonización de san Juan Diego


3. ¿Cómo era Juan Diego? ¿Por qué Dios se fijó en él? El libro del Eclesiástico, como hemos escuchado, nos enseña que sólo Dios "es poderoso y sólo los humildes le dan gloria" (3,20). También las palabras de San Pablo proclamadas en esta celebración iluminan este modo divino de actuar la salvación: "Dios ha elegido a los insignificantes y despreciados del mundo; de manera que nadie pueda presumir delante de Dios "(1Co 1,28.29).

Es conmovedor leer los relatos guadalupanos, escritos con delicadeza y empapados de ternura. En ellos la Virgen María, la esclava "que glorifica al Señor" (Lc 1,46), se manifiesta a Juan Diego como la Madre del verdadero Dios. Ella le regala, como señal, unas rosas preciosas y él, al mostrarlas al Obispo, descubre grabada en su tilma la bendita imagen de Nuestra Señora.

"El Acontecimiento Guadalupano -como ha señalado el Episcopado Mexicano- significó el comienzo de la evangelización con una vitalidad que rebasó toda expectativa. El mensaje de Cristo a través de su Madre tomó los elementos centrales de la cultura indígena, los purificó y les dio el definitivo sentido de salvación" (14.05.2002, n. 8). Así pues, Guadalupe y Juan Diego tienen un hondo sentido eclesial y misionero y son un modelo de evangelización perfectamente inculturada.

4. "Desde el cielo el Señor, atentamente, mira a todos los hombres" (Sal 32, 13), hemos recitado con el salmista, confesando una vez más nuestra fe en Dios, que no repara en distinciones de raza o de cultura. Juan Diego, al acoger el mensaje cristiano sin renunciar a su identidad indígena, descubrió la profunda verdad de la nueva humanidad, en la que todos están llamados a ser hijos de Dios en Cristo. Así facilitó el encuentro fecundo de dos mundos y se convirtió en protagonista de la nueva identidad mexicana, íntimamente unida a la Virgen de Guadalupe, cuyo rostro mestizo expresa su maternidad espiritual que abraza a todos los mexicanos. Por ello, el testimonio de su vida debe seguir impulsando la construcción de la nación mexicana, promover la fraternidad entre todos sus hijos y favorecer cada vez más la reconciliación de México con sus orígenes, sus valores y tradiciones.

Esta noble tarea de edificar un México mejor, más justo y solidario, requiere la colaboración de todos. En particular es necesario apoyar hoy a los indígenas en sus legítimas aspiraciones, respetando y defendiendo los auténticos valores de cada grupo étnico. ¡México necesita a sus indígenas y los indígenas necesitan a México!

Amados hermanos y hermanas de todas las etnias de México y América, al ensalzar hoy la figura del indio Juan Diego, deseo expresarles la cercanía de la Iglesia y del Papa hacia todos ustedes, abrazándolos con amor y animándolos a superar con esperanza las difíciles situaciones que atraviesan.

5. En este momento decisivo de la historia de México, cruzado ya el umbral del nuevo milenio, encomiendo a la valiosa intercesión de San Juan Diego los gozos y esperanzas, los temores y angustias del querido pueblo mexicano, que llevo tan adentro de mi corazón.

¡Bendito Juan Diego, indio bueno y cristiano, a quien el pueblo sencillo ha tenido siempre por varón santo! Te pedimos que acompañes a la Iglesia que peregrina en México, para que cada día sea más evangelizadora y misionera. Alienta a los Obispos, sostén a los sacerdotes, suscita nuevas y santas vocaciones, ayuda a todos los que entregan su vida a la causa de Cristo y a la tensión de su Reino.

¡Dichoso Juan Diego, hombre fiel y verdadero! Te encomendamos a nuestros hermanos y hermanas laicos, para que, sintiéndose llamados a la santidad, impregnen todos los ámbitos de la vida social con el espíritu evangélico. Bendice a las familias, fortalece a los esposos en su matrimonio, apoya los desvelos de los padres por educar cristianamente a sus hijos. Mira propicio el dolor de los que sufren en su cuerpo o en su espíritu, de cuantos padecen pobreza, soledad, marginación o ignorancia. Que todos, gobernantes y súbditos, actúen siempre según las exigencias de la justicia y el respeto de la dignidad de cada hombre, para que así se consolide la paz.

¡Amado Juan Diego, "el águila que habla"! Enséñanos el camino que lleva a la Virgen Morena del Tepeyac, para que Ella nos reciba en lo íntimo de su corazón, pues Ella es la Madre amorosa y compasiva que nos guía hasta el verdadero Dios. Amén. 

Homilía de Su Santidad Juan Pablo II para la Canonización de Juan Diego Cuauhtlatoatzin
Basílica N. S. de Guadalupe, 31 de julio de 2002

viernes, 11 de diciembre de 2015

Lectio Divina. Sería tu paz como un río


Así dice el Señor, tu redentor, el Santo de Israel:
«Yo, el Señor, tu Dios, te enseño para tu bien,
te guío por el camino que sigues.
Si hubieras atendido a mis mandatos,
sería tu paz como un río,
tu justicia como las olas del mar;
tu progenie sería como arena,
como sus granos, los vástagos de tus entrañas;
tu nombre no sería aniquilado ni destruido ante mí.»

Lectura del libro de Isaías (48,17-19)

jueves, 10 de diciembre de 2015

Prefacio 3 de Adviento


En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo Señor nuestro.

A Él que había sido anunciado por los profetas,
la Virgen Madre lo llevó en su seno con amor inefable;
Juan Bautista proclamó la inminencia de su venida
y reveló su presencia entre los hombres.

El mismo Señor nos concede ahora
preparar con alegría el misterio de su nacimiento,
para que su llegada nos encuentre
perseverantes en la oración
y proclamando gozosamente su alabanza.

Por eso, con los ángeles y los arcángeles,
y con todos los coros celestiales
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Oración colecta. Cristo, médico celestial


Dios todopoderoso,
que nos exhortas a preparar
el camino de Cristo, el Señor,
no permitas que quienes esperamos
la presencia consoladora del médico celestial
desfallezcamos a causa de nuestra debilidad.

martes, 8 de diciembre de 2015

Prefacio de la Inmaculada Concepción


En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.

Porque preservaste a la Virgen María
de toda pecado original
para que, enriquecida con la plenitud de tu gracia,
fuese digna Madre de tu Hijo,
imagen y comienzo de la Iglesia,
que es la esposa de Cristo,
llena de juventud y de limpia hermosura.

Purísima tenía que ser, Señor,
la Virgen que nos diera
al Cordero inocente que quita el pecado del mundo.
Purísima la que, entre todos los hombres,
es abogada de gracia y ejemplo de santidad.

Por eso, unidos a los ángeles,
te aclamamos llenos de alegría:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Lectio Divina. Viene nuestro Dios


El desierto y el yermo se regocijarán,
se alegrarán el páramo y la estepa,
florecerá como flor de narciso,
se alegrará con gozo y alegría.

Tiene la gloria del Líbano,
la belleza del Carmelo y del Sarión.
Ellos verán la gloria del Señor,
la belleza de nuestro Dios.

Fortaleced las manos débiles,
robusteced las rodillas vacilantes;
decid a los cobardes de corazón:

«Sed fuertes, no temáis.
Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite;
viene en persona,
resarcirá y os salvará.»

Se despegarán los ojos del ciego,
los oídos del sordo se abrirán,
saltará como un ciervo el cojo,
la lengua del mudo cantará.
Porque han brotado aguas en el desierto,
torrentes en la estepa;
el páramo será un estanque,
lo reseco, un manantial.
En el cubil donde se tumbaban los chacales brotarán cañas y juncos.
Lo cruzará una calzada que llamarán Vía Sacra:
no pasará por ella el impuro, y los inexpertos no se extraviarán.
No habrá por allí leones, ni se acercarán las bestias feroces;
sino que caminarán los redimidos,
y volverán por ella los rescatados del Señor.
Vendrán a Sión con cánticos:
en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría.
Pena y aflicción se alejarán.

Lectura del libro de Isaías (35,1-10)

viernes, 4 de diciembre de 2015

Me llamaste, Señor, para servir a tus hijos


Tú, Señor, me sacaste de los lomos de mi padre; tú me formaste en el vientre de mi madre; tú me diste a luz niño y desnudo, puesto que las leyes de la naturaleza siguen tus mandatos.

Con la bendición del Espíritu Santo preparaste mi creación y mi existencia, no por voluntad de varón, ni por deseo carnal, sino por una gracia tuya inefable. Previniste mi nacimiento con un cuidado superior al de las leyes naturales; pues me sacaste a la luz adoptándome como hijo tuyo y me contaste entre los hijos de tu Iglesia santa e inmaculada.

Me alimentaste con la leche espiritual de tus divinas enseñanzas. Me nutriste con el vigoroso alimento del cuerpo de Cristo, nuestro Dios, tu santo Unigénito, y me embriagaste con el cáliz divino, o sea, con su sangre vivificante, que él derramó por la salvación de todo el mundo.

Porque tú, Señor, nos has amado y has entregado a tu único y amado Hijo para nuestra redención, que él aceptó voluntariamente, sin repugnancia; más aún, puesto que él mismo se ofreció, fue destinado al sacrificio como cordero inocente, porque, siendo Dios, se hizo hombre y con su voluntad humana se sometió, haciéndose obediente a ti, Dios, su Padre, hasta la muerte, y una muerte de cruz.

Así, pues, oh Cristo, Dios mío, te humillaste para cargarme sobre tus hombros, como oveja perdida, y me apacentaste en verdes pastos; me has alimentado con las aguas de la verdadera doctrina por mediación de tus pastores, a los que tú mismo alimentas para que alimenten a su vez a tu grey elegida y excelsa.

Por la imposición de manos del obispo, me llamaste para servir a tus hijos. Ignoro por qué razón me elegiste; tú solo lo sabes.

Pero tú, Señor, aligera la pesada carga de mis pecados, con los que gravemente te ofendí; purifica mi corazón y mi mente. Condúceme por el camino recto, tú que eres una lámpara que alumbra.

Pon tus palabras en mis labios; dame un lenguaje claro y fácil,. mediante la lengua de fuego de tu Espíritu, para que tu presencia siempre vigile.

Apaciéntame, Señor, y apacienta tú conmigo, para que mi corazón no se desvíe a derecha ni izquierda, sino que tu Espíritu bueno me conduzca por el camino recto y mis obras se realicen según tu voluntad hasta el último momento.

Y tú, cima preclara de la más íntegra pureza, excelente congregación de la Iglesia, que esperas la ayuda de Dios, tú, en quien Dios descansa, recibe de nuestras manos la doctrina inmune de todo error, tal como nos la transmitieron nuestros Padres, y con la cual se fortalece la Iglesia.

San Juan de Damasco
Declaración de la fe, 1 (PG 95, 417-419)

jueves, 3 de diciembre de 2015

Lectio Divina. La Jerusalén celestial


Aquel día, se cantará este canto en el país de Judá:
«Tenemos una ciudad fuerte,
ha puesto para salvarla murallas y baluartes:
Abrid las puertas para que entre un pueblo justo,
que observa la lealtad;
su ánimo está firme y mantiene la paz,
porque confía en ti.

Confiad siempre en el Señor,
porque el Señor es la Roca perpetua:
doblegó a los habitantes de la altura y a la ciudad elevada;
la humilló, la humilló hasta el suelo,
la arrojó al polvo, y la pisan los pies,
los pies del humilde, las pisadas de los pobres.»

Lectura del libro de Isaías (26,1-6)

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Lectio Divina. El Monte del Señor


Aquel día se dirá:
«Aquí está nuestro Dios,
de quien esperábamos que nos salvara;
celebremos y gocemos con su salvación.
La mano del Señor se posará sobre este monte.»

Profeta Isaías 25, 10

martes, 1 de diciembre de 2015

Prefacio 1 de Adviento


En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo Señor nuestro.

Él vino por primera vez en la humildad de nuestra carne,
para realizar el plan de redención trazado desde antiguo,
y nos abrió el camino de la salvación;
para que, cuando venga por segunda vez
en el esplendor de su grandeza,
podamos recibir los bienes prometidos 
que ahora aguardamos en vigilante espera.

Por eso, con los ángeles y los arcángeles,
y con todos los coros celestiales
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Por Andrés

Simone Martini - San Andrés

Oremos por Andrés, en el día de su onomástico, que lucha contra un tumor cerebral, para que el Señor le cubra con su ternura, le devuelva la salud, y le confirme en la fe.

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad

domingo, 29 de noviembre de 2015

Lectio divina. En aquellos días suscitaré a David un vástago legítimo.


Mirad que llegan días
–oráculo del Señor–
en que cumpliré la promesa
que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá.

En aquellos días y en aquella hora
suscitaré a David un vástago legítimo,
que hará justicia y derecho en la tierra.

En aquellos días se salvará Judá
y en Jerusalén vivirán tranquilos,
y la llamarán así: Señor-nuestra-Justicia.

Lectura del libro de Jeremías (33,14-16) 

sábado, 28 de noviembre de 2015

Por nuestros hermanos difuntos


Oremos por todos nuestros hermanos, familiares, amigos y conocidos difuntos. Que el Señor, rico en amor y misericordia, perdone todas las faltas de su vida terrestre, y los permita gozar de la gloria de su resurrección.

Dales, Señor, el descanso eterno,
y brille para ellos la luz perpetua.
Descansen en paz.
Amén

viernes, 27 de noviembre de 2015

Benedicto XVI. Adoración Eucarística


Pidamos al Señor
que nos ayude a comprender
cada vez más profundamente
este misterio maravilloso
y a amarlo cada vez más
y, en él, a amarle cada vez más a Él.

Pidámosle que nos atraiga con la santa comunión
cada vez más hacia sí mismo.

Pidámosle que nos ayude
a no retener nuestra vida para nosotros mismos,
sino a entregársela a Él
y de este modo a actuar junto a Él
para que los hombres encuentren la vida,
la auténtica vida que sólo puede venir de quien es Él mismo
el Camino, la Verdad y la Vida.
Amén.

Benedicto XVI
Homilía del Jueves Santo
Basílica de San Pedro, 5 de abril de 2007

jueves, 26 de noviembre de 2015

San Juan Pablo II. Adoración Eucarística


Señor Jesús: Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos. Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo de Dios. Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa como comunión y donación de todo lo que eres.

Aumenta nuestra FE. Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para decirle nuestro SÍ unido al tuyo. Contigo ya podemos decir: Padre nuestro. Siguiéndote a ti, camino, verdad y vida, queremos penetrar en el aparente silencio y ausencia de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos dice: Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo. Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.

Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo. Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives siempre intercediendo por nosotros. Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo hacia el Padre. Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro, el principio y el fin de todo.

Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de valores evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer lugar en el corazón y en las actitudes de la vida concreta.

Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres. Quisiéramos decir como San Pablo: Mi vida es Cristo. Nuestra vida no tiene sentido sin ti. Queremos aprender a estar con quien sabemos nos ama, porque con tan buen amigo presente todo se puede sufrir. En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque en la oración el amor es el que habla (Sta. Teresa). Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.

CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus palabras: Quedaos aquí y velad conmigo. Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio de amigo y con una presencia de donación. El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos gemidos inenarrables que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y en el gesto filial de quien ya se contenta con sola tu presencia, tu amor y tu palabra. En nuestras noches físicas y morales, si tú estás presente, y nos amas, y nos hablas, ya nos basta, aunque muchas veces no sentiremos la consolación.

Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o misterio. Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el misterio de cada hermano y de cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.

Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de AMAR y de SERVIR. Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta Madre. Ayúdanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar adorando y amando tu Palabra, para transformarla en vida y comunicarla a todos los hermanos. Amén.

San Juan Pablo II

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Por don Ángel


Seguimos orando por don Ángel, para que el Señor le permita mostrar no sólo su inocencia de los delitos que se le imputan, sino para que quede claro su servicio abnegado a la Iglesia.

martes, 24 de noviembre de 2015

Por los que no creen en Dios

“Salvator Mundi”
 Fra Bartolomeo (1472-1517)
Mi Señor y mi Dios , vengo delante de ti reconociendo que eres el único y verdadero Dios y a pedirte que ilumines con la gracia de la fe a tus pobres hijos que están ciegos a tu promesa de salvación.

Te ruego, con mis oraciones, que abras los ojos de lo no creyentes, para que así ellos puedan ver tu tierno amor y correr hacia tus sagrados brazos buscando tu protección y tu misericordia.

Ayúdales a ver la verdad y a buscar perdón por todos sus pecados, para que así ellos puedan ser salvados y ser los primeros en entrar por las puertas del Paraíso.

Te pido por estas almas, hombres, mujeres y niños y te ruego, que los guardes en tu benevolencia y los conduzcas reconciliados de sus pecados, hasta tus moradas eternas. Amén.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Oración de San Clemente de Roma


Pediremos con instante súplica, haciendo nuestra oración, que el artífice de todas las cosas guarde íntegro en todo el mundo el número contado de sus elegidos, por medio de su amado Hijo Jesucristo.

Por él nos llamó de las tinieblas a la luz, 
de la ignorancia al conocimiento de la gloria de su nombre, 
a esperar en tu nombre, principio de toda creatura, 
abriendo los ojos de nuestros corazones para conocerte a ti 
el único altísimo en las alturas, 
el Santo que tiene su descanso entre los santos; 
el que humilla la altivez de los soberbios, 
el que deshace los pensamientos de las naciones, 
el que levanta a los humildes y abate a los que se enaltecen, 
el que enriquece y empobrece, 
el que mata y el que da la vida, 
el único bienhechor de los espíritus y Dios de toda carne.
Tú penetras los abismos 
y contemplas las obras de los hombres, 
auxilio de los que están en peligro 
y salvador de los desesperados, 
creador y protector de todo espíritu.
Tú multiplicas las naciones sobre la tierra, 
y has escogido entre todas a los que te aman 
por medio de Jesucristo tu Hijo amado, 
por el cual nos has enseñado, 
nos has santificado, nos has honrado.
Te rogamos, Señor, que seas nuestro auxilio 
y nuestro protector.
Sálvanos en la tribulación, levanta a los caídos, 
muéstrate a los necesitados, sana a los enfermos, 
vuelve a los extraviados de tu pueblo, 
sacia a los hambrientos, da libertad a nuestros cautivos, 
levanta a los débiles, consuela a los pusilánimes; 
conozcan todas las naciones que tú eres el único Dios, 
y Jesucristo es tu Hijo, 
y nosotros tu pueblo y las ovejas de tu rebaño.

San Clemente de Roma
Carta a los Corintios 59

domingo, 22 de noviembre de 2015

Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.


Jesucristo es el testigo fiel,
el primogénito de entre los muertos,
el príncipe de los reyes de la tierra.
Aquel que nos ama,
nos ha librado de nuestros pecados por su sangre,
nos ha convertido en un reino
y hecho sacerdotes de Dios, su Padre.
A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
Mirad: Él viene en las nubes.
Todo ojo lo verá; también los que lo atravesaron.
Todos los pueblos de la tierra se lamentarán por su causa.
Sí. Amén.
Dice el Señor Dios:
«Yo soy el Alfa y la Omega,
el que es, el que era y el que viene,
el Todopoderoso.»

Lectura del libro del Apocalipsis (1,5-8)

sábado, 21 de noviembre de 2015

Sub tuum praesidium


La oración mariana de más antigüedad conocida es el Sub tuum praesidium ( Bajo tu protección o amparo). Hoy en esta fiesta de la presentación de María en el Templo nos confiamos a ella con todas nuestras súplicas y necesidades.



Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios
no deseches las súplicas que te dirigimos
en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos
siempre de todo peligro,
Oh Virgen gloriosa y bendita






Texto griego        
        
Ὑπὸ τὴν σὴν εὐσπλαγχνίαν,
καταφεύγομεν, Θεοτόκε.
Τὰς ἡμῶν ἱκεσίας,
μὴ παρίδῃς ἐν περιστάσει,
ἀλλ᾽ ἐκ κινδύνων
λύτρωσαι ἡμᾶς,
μόνη Ἁγνή, μόνη εὐλογημένη.

Texto Latín

Sub tuum praesidium confugimus,
sancta Dei Genitrix.
Nostras deprecationes ne despicias
in necessitatibus,
sed a periculis cunctis
libera nos semper,
Virgo gloriosa et benedicta



El papiro Rylands 470 descubierto en Egipto, datado del siglo III y publicado por Roberts en Mánchester en 1938, contiene la muy conocida oración Sub Tuum Praesidium. Cabe destacar en el texto la presencia del término Theotokos (en este caso, Theotoke, en vocativo), es decir, “Madre de Dios”.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Oración para pedir la paciencia


Señor, tú que padeciste en silencio los oprobios de quienes contra ti
cruelmente se ensañaron, concédenos el don de la paciencia:

para nunca perder la esperanza,
para confiar más en ti que ne nuestras fuerzas,
para que no nos venza la oscuridad de la decepción.

Por más que el mal nos cubra de espinas,
por más que el flagelo del error nos hiera,
por más que la ignorancia vele la verdad,
por más que nuestra impaciencia se rebele:

Ayúdanos a participar de tu paciencia,
ayúdanos a participar de tu confianza,
ayúdanos a participar de tu perdón,
ayúdanos a vivir en tu esperanza,
ayúdanos a sufrir con tu amor.

Pues al final sólo tú vencerás,
tu vida triunfará sobre la muerte,
la verdad sobre el error,
la luz sobre la tiniebla,
la esperanza sobre la decepción,
el amor sobre el egoísmo.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Por la difunta Madre Matilde


Oremos por la difunta Madre Matilde, abadesa de las Benedictinas de la Natividad, en el día de su onomástico, santa Matilde. Para que el Señor, en su misericordia, la haya acogido en su amor y la haga disfrutar de su perdón, de su luz y de su paz.

En su Libro de las Revelaciones, escribe santa Matilde esta visión, que leemos hoy pensando especialmente en la querida Madre Matilde:

Matilde vio al Señor sentado sobre su trono, con los brazos extendidos. Decía: «En la cruz he permanecido con los brazos extendidos hasta la muerte; ahora continúo con los brazos abiertos delante de mi Padre, para indicar que estoy siempre pronto a abrazar a quienquiera que se acerque a mí. ¿Hay alguien que desee este favor? Si está dispuesto a soportar todas las adversidades por amor mío, es señal de que ha llegado ya a este abrazo. ¿Hay alguien que aspire a mis besos? Si puede darse a sí mismo el testimonio de que ama en todo mi voluntad y en ella encuentra su más grande gozo, significa que ha obtenido ya este beso. Todo el que desee que oiga y escuche sus plegarias debe estar siempre dispuesto para cualquier obediencia, porque es imposible que las oraciones del hombre obediente no sean escuchadas por mi Padre».

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Por la paz


Estamos viviendo días de temor y de incertidumbre en Europa. La decisión de algunos extremistas de religión musulmana de atentar indiscriminadamente contras inocentes, en cualquier lugar de Europa, genera una situación de miedo e inseguridad. Oremos, pues, por la paz, para que triunfe el bien y el amor en el corazón del hombre, para que el Dios verdadero haga prevalecer en el mundo la concordia y nunca triunfe el falso dios de la violencia y del odio.

martes, 17 de noviembre de 2015

En señal de la paz que Dios hacía


 En señal de la paz que Dios hacía
con el hombre, templando sus rigores,
los cielos dividió con tres colores
el arco hermoso que a la tierra envía

   lo rojo señalaba el alegría,
lo verde paz y lo dorado amores;
secó las aguas, y esmaltaron flores
el pardo limo que su faz cubría,

   Vos sois en esa cruz, Cordero tierno,
arco de sangre y paz que satisfizo
los enojos del padre sempiterno;

   vos sois, mi buen Jesús quien los deshizo;
ya no teman los hombres el infierno,
pues sois el arco que las paces hizo.

Lope de Vega
Rimas Sacras. Soneto XLIX

lunes, 16 de noviembre de 2015

La oración de Jesús


Dentro del mundo ortodoxo y desde los primeros tiempos de la iglesia se utiliza un cordón de oración (llamado “komboskini” por los griegos, “chotki” por los rusos) amarrado a la muñeca a fin poder ayudar al feligrés en la tarea incesante de “orar sin cesar” como recomendara San Pablo en su epístola a la comunidad de Tesalónica (1 Tes. 5, 17).

La tradición atribuye al Cordón la consideración de espada del espíritu ya que la oración constante está inspirada por el Espíritu Santo y es arma contra las asechanzas del Enemigo. El origen histórico de este cordón proviene de Oriente Medio. Algunos lo remontan al fundador del monacato cenobítico, San Pacomio el Grande (s. IV), quién lo introdujo como un medio para ayudar a los monjes analfabetos a recitar su regla de oración diaria, garantizando de este modo una cantidad definida de oraciones y postraciones; sin embargo no sería hasta mediados del siglo XIV cuando hizo su aparición en Rusia, dónde San Sergio – el padre del Monacato Ruso – conocía y practicaba este tipo de oración junto a sus discípulos, pero no alcanzaría su popularidad actual sino hasta el siglo XVIII, cuando el stárets Paisij Velichkovski lo difundió fuera de los muros de los Monasterios. Desde entonces la cuerda de oración ha ganado gran popularidad en el monacato Oriental y ha sido de uso común, con el correr del tiempo entre los mismos laicos. De acuerdo a la regla monástica bizantina, cada monje está obligado a cumplir un número fijo de postraciones junto con la Oración de Jesús.

El Cordón – que puede ser de 10, 25, 33, 50 o 100 nudos – usualmente suele confeccionarse en lana pura (también puede hacerse con cuentas de madera u otro material) para recordarnos que Jesucristo es el Cordero de Dios; y pueden ser de distintos colores:

De color negro: se utiliza para recordarnos la muerte merecida por nuestros pecados (este es el tipo mas utilizado),
De color rojo borgoña: para recordarnos la sangre de Nuestro Señor (es más usado por los obispos orientales); o
De color blanco crudo: que es el color natural de la lana del cordero.

Comúnmente el ciclo de nudos (o cuentas) termina con una Cruz que pende del cordón de marras y que es un recuerdo de la acción redentora de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo en el calvario y la borla que sigue al extremo inferior de la Cruz, presentes en algunas Cuerdas, nos recuerda el consuelo a nuestras lágrimas. Se reza en tres pasadas o ciclos, en honor a la Santísima Trinidad. ¿Y que se reza por cada nudo con el cordón de oración?: La Oración de Jesús

La Oración de Jesús es para el ortodoxo una de las más oraciones mas profundas y místicas. Ha sido usada, enseñada y discutida a través de la historia del cristianismo oriental. Ella refleja la enseñanza dada por Jesús en la parábola del fariseo y del publicano (Lucas; 18:10-14), así como también la oración “¡Señor, sálvame!” dicha por Pedro mientras se hundía en el Mar de Galilea (Mateo; 14:30).

La oración de jesus consiste en esta frase:

Señor Jesucristo, Hijo de Dios,
ten piedad de mí, que soy pecador.


Diversas oraciones se hacen con la cuerda:

1. “Señor Jesucristo ten piedad de mí”

2. “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad mí, pecador”

3. “Por la intercesión de la Theotokos (Madre de Dios), Señor Jesucristo, ten misericordia de mí”

O la más sencilla y básica que se introdujo en Occidente muy tempranamente:

4. Kyrie eleison.

Cualquiera de estas cuatro variantes que se escoja debe decirse en cada nudo, ya sea mientras se hace o mientras se reza con él. En el tradicional libro de la Filocalia, ya se aconseja la imprecación mas corta para los principiantes, el “Kyrie eleison” (o sea “Señor ten piedad”), puesto que al ser breve hay una menor propensión a la distracción o divagación mental.

Debemos remarcar que la Oración de Jesús no posee un exclusivo carácter individual, puesto que también suele usarse como una oración apta para las intenciones especiales – o también intercesorias -, en dicho caso se sustituye el nombre propio por el de la persona enferma o en necesidad de nuestra oración. Lo mismo es válido en el caso que la oración sea elevada para el eterno descanso de un difunto.

“Señor Jesús Cristo, hijo de Dios, ten misericordia de (Nombre de la persona por la que se reza.), pecador

domingo, 15 de noviembre de 2015

Lectio divina. El sacerdocio de Cristo


Cualquier otro sacerdote
ejerce su ministerio diariamente
ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios,
porque de ningún modo pueden borrar los pecados.

Pero Cristo ofreció por los pecados,
para siempre jamás,
un solo sacrificio;
está sentado a la derecha de Dios
y espera el tiempo que falta
hasta que sus enemigos sean puestos
como estrado de sus pies.

Con una sola ofrenda
ha perfeccionado para siempre a lo que van siendo consagrados.
Donde hay perdón,
no hay ofrenda por los pecados.

Lectura de la carta a los Hebreos (10,11-14.18)

sábado, 14 de noviembre de 2015

Por las víctimas de los atentados de París


Oremos por las víctimas de los atentados terroristas que anoche se han producido en París. Que el Señor les conceda el descanso eterno y el perdón de sus pecados.

Oremos por todos los heridos, que sufren en muchos casos graves heridas y mutilaciones, además del impacto del terror.

Oremos por las familias de las víctimas, que de forma tan súbita han perdido a sus seres queridos, a causa del fanático horror de los fundamentalistas islámicos.

Y oremos por los que utilizan el terror como instrumento político o religioso. Para que el Dios verdadero ilumine sus conciencias, y abandonen tan execrable instrumento de violencia y pecado.